Desde el año 2019, Cáritas Ecuador, a través del área de Movilidad Humana y de su eje temático medios de vida, implementó en su accionar el proyecto cash for work (en español dinero por trabajo, donde la población beneficiaria recibe ayuda económica a cambio de realizar un trabajo de utilidad pública. Cincuenta y cuatro personas se han beneficiado de este proceso.

¿Cómo nace el cash for work?

Para conocer como nace esta idea en el mundo, conversamos con Carolina Solís, técnica responsable de ejecutar el proyecto desde el área de movilidad humana, quien comenta que, nace a raíz de los desastres naturales que sucedieron alrededor del mundo, como por ejemplo “el terremoto de Haití, en donde se identificó que si se apoyaba a la misma comunidad, a que pueda recuperar su infraestructura, sus carreteras y apoyarles económicamente, se dinamizaba el comercio”.

Después pasó a los centros de refugiados y en la actualidad se utiliza como un mecanismo de integración entre comunidad de acogida y población en movilidad humana, y, que hoy “Cáritas Ecuador lo ve como una posibilidad de llegar a la comunidad a través de la Iglesia con las Cáritas Parroquiales, para generar la integración social y dejar de lado el rechazo y la xenofobia”.

¿Cómo resultó la experiencia?

La experiencia que deja el proyecto hasta el momento, han sido resultados positivos indica Carolina, “hasta hoy hemos tenido 4 procesos de cash for work en Quito: en el norte, el sur y en los valles. Ha sido una práctica de resultados e impactos no mapeados, por ejemplo la participación del sector privado, así como de voluntarios de la comunidad, donde dinamizan el mercado local a través del uso de herramientas y materiales del mismo barrio donde se puede visualizar a la población en movilidad humana contribuir en el bienestar de la comunidad”.

Se ha trabajado en la rehabilitación de infraestructuras y espacios públicos, como la remodelación de una Iglesia y de un parque, “ahí se generaron capacitaciones, se observó la integración de las personas, quienes en ese momento no se conocían, luego empezaron a ser vinculados en la comunidad. Después de tres meses de este cash for work, se pudo constatar que las personas que no pertenecían a la comunidad eclesiástica ahora son parte de ella, cercanos y aceptados”.

De este sistema se han beneficiado: 60% de personas en movilidad humana y 40% de la comunidad de acogida. “Ha permitido la integración de las personas que se encuentran en situaciones vulnerables como: explotación laboral, que no tienen papeles o no están en condiciones irregulares en el país. En el caso de la población de acogida se toma en cuenta alguna discapacidad, enfermedad o que debido a la pandemia fueron desalojados de sus casas y despedidos de sus trabajos. Lo que se busca es dar alivio a las personas, que les permita repensar, retomar su proyecto de vida tras una crisis”, enfatiza Carolina Solís.

¿En qué consiste el cash for work?

El proceso consiste de 4 etapas:

  1. Diagnosticar e identificar el lugar en donde se va a realizar el proyecto comunitario.
  2. Debe existir la participación de la parroquia para que forme parte del proceso y que apoye en el desarrollo de la metodología a fin de que haya una aceptación por parte de la comunidad.
  3. Identificar a los posibles voluntarios y cual es el nivel de especialización que se requiere para hacer el proyecto
  4. Una vez desarrollado el proceso se hace una propuesta de actividades y de presupuesto necesario para implementar el cash for work.

En el proceso del proyecto, algo muy importante que se debe tomar en cuenta, señala Solís, “es que se debe identificar los materiales, recursos y donde se van a realizar las compras. Lo recomendable es hacerlo en la misma comunidad para dinamizar el mercado local“.

Reitera, que los objetivos de este tipo de proyectos son: apoyar a personas en situación de movilidad humana y vulnerabilidad, a través de empleos que les permitan cubrir necesidades principales, como por ejemplo: la compra de alimentos o gastos de servicios básicos.

Para finalizar, Carolina resalta que hubo dos resultados inesperados: la empresa privada se interesó durante la época más dura de la pandemia, donó pruebas covid, se beneficiaron 54 personas. Así mismo, “otro resultado que vale la pena mencionar, es que las personas que estaban con covid, no podían integrarse, por eso se decidió monitorear hasta que se recuperen y puedan desarrollar el proyecto, ellos agradecieron por no excluirles y continuar en el proyecto del cash for work”.

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