En el marco de la presentación de MigraSegura, se llevó a cabo un conversatorio que contó con la participación de más de 40 personas, entre ellas representantes de organizaciones que trabajan con población migrante y delegados de entidades del Estado colombiano.

El pasado 27 de febrero se realizó el Conversatorio MigraSegura: Un servicio para los migrantes en Latinoamérica, por el lanzamiento de la plataforma de MigraSegura en Colombia y Venezuela. En este espacio de diálogo participaron varias organizaciones como HIAS, Red Tamar, el Observatorio de Venezuela de la Universidad de Rosario, el Ministerio del Interior, CODHES y representantes del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana.
El conversatorio se desarrolló bajo tres grandes temas migratorios coyunturales: impacto de las políticas migratorias en Colombia desde la era Trump; la trata de personas y su relación con la migración y la salud mental en la población migrante.
Reflexión sobre las políticas migratorias en Colombia desde la era Trump

Para este panel se contó con la participación como moderadores de Ronal Rodríguez, vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, y Luis Carlos Rodríguez, responsable del área de Migraciones Forzadas y Refugio en la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES).
La conversación se desarrolló en tres ejes importantes para comprender el contexto migratorio actual. El primero fue el endurecimiento de las políticas migratorias, en el que se mencionó que Donald Trump no ha tomado grandes medidas, a comparación del gobierno anterior. No han aumentado las expulsiones, simplemente se ha gestado un trabajo comunicacional y divulgación más fuerte y agresivo que ha permitido visibilizar más esta acción.
Lo que si se ha visto gravemente perjudicado ha sido la cooperación internacional, por el desmonte de oficinas que adelantaban trabajos en el sector humanitario. Es importante, según los panelistas invitados, que ante la falta de recursos y la propuesta de algunos posibles financiadores no se pierda los horizontes de lo que se comprende dentro de la ayuda humanitaria, al presentarse nuevas propuestas de otros financiadores.
Asimismo, el discurso xenofóbico del mandatario estadounidense ha funcionado para alimentar a otros políticos de la región, quienes han adaptado esa narrativa negativa sobre la migración. Por lo que hace el llamado de que, en las próximas campañas para los comicios presidenciales de 2026 en Colombia, se exija un discurso integrador y no de contención ni criminalizador sobre la migración.
Dentro de esa línea Luis Carlos Rodríguez hace mención que en los espacios educativos (colegios y universidades) se deben hacer formaciones para promover la inclusión y erradicar la xenofobia y violencia que entorpece una adecuada integración de la población migrante en el país.
Ronald Rodríguez resalta la oportunidad que tiene el país de construir una política migratoria de integración, en la que se mitigue conversar de barreras, expulsiones y muros, para hablar de recepción y construcción de comunidad.
El siguiente eje que se abordó fue el de tendencias del tránsito migratorio en Colombia. Aunque se tiene claro que los migrantes venezolanos son los más afectados y los que más transitan, se han logrado identificar más de 63 nacionalidades por el Darién.
Es importante mencionar que el país ha convertido en un punto de referencia migratoria. Aunque en este momento haya medidas de contención desde Estados Unidos que motive a que las cifras bajen, se va a tener un repunte en cualquier momento porque las causas por las que las personas migran son estructurales y van a continuar.
El último eje convergió en conversar sobre la respuesta del Estado colombiano, en el que se inicia dialogando sobre que en Colombia no hay una respuesta institucional estructurada, teniendo en cuenta que los migrantes pueden tener otras afectaciones como las dinámicas del conflicto armado presente en el país.
Por lo que es vital, resaltar el papel de las organizaciones, pues muchas de las respuestas se dan por medio de ellas, que dependen de la cooperación internacional. Ante el panorama desolador de Estados Unidos es vital pensar otro espectro de la asistencial internacional. Del mismo modo, esta respuesta primaria que se da no debe exculpar la responsabilidad del gobierno en la respuesta a la población migrante.
Se habló de la importancia de impulsar iniciativas de la sociedad civil, académicas y demás actores clave para no desfallecer en la incidencia política, social y comunitaria.
Se concluye este panel con el análisis y la invitación de que esta situación que está enfrentando el mundo entero, pero, sobre todo, Colombia, es una oportunidad para no seguir con el discurso narrativo de Trump y que el gobierno colombiano construya una ley migratoria integral de más largo plazo, con funcionarios públicos que acompañen la integración.
La trata de personas y su relación con la migración

En este panel se tuvo la presencia de Miguel Ariza de la Red Tamar, entidad que acoge organizaciones de la sociedad civil y comunidades de religiosos que han trabajado en la prevención, atención y acompañamiento a sobrevivientes de la trata.
La Red Tamar ha detectado en la documentación de las historias que han realizado en los últimos dos años, cinco causas estructurales principales de este fenómeno que afecta principalmente niñas, adolescentes y mujeres:
1. La injusticia socioeconómica, en la que se incluye las violencias sexuales que enfrentaron estas mujeres en su infancia o adolescencia: También que muchas de ellas vienen de familias disfuncionales, con presencia de ciclos de violencia. Así como que al migrar no se puede suplir en las necesidades básicas.
2. Desigualdades en los regímenes de migración y asilo. Mediante el relato de muchas de estas mujeres se logró detectar que durante el proceso de tránsito se vieron sometidas a violencias sexuales, cohesión económica, robos y demás riesgos de protección. El hecho de no tener documentos las exponía a no acceder un empleo digno y convalidar sus estudios.
3. La demanda que propicia la explotación y conduce a la trata: Colombia como ha adoptado algunos instrumentos internacionales, permite exhortar al gobierno a hacer una disminución de la demanda que produce la trata de personas. Un ejemplo contundente es las campañas publicitarias que van dirigidas a las posibles víctimas y no en la prevención de consumidores, lo que dificulta hacer conexiones para detectar que puede haber victimas dentro de este espacio que recurren estos hombres.
4. La situación de conflicto y emergencias humanitarias un factor que se usa para sacar provecho de las mujeres migrantes, por parte de grupos al margen de la ley para alimentar sus negocios.
5. El Uso de la tecnología en la trata de personas: web oscura – acceso fácil.
Las principales modalidades de trata identificadas fueron: trata con fines de explotación sexual en la prostitución de mujeres y niñas, explotación laboral, reclutamiento y explotación infantil.
De igual forma, se contó con la participación del Ministerio del Interior, con Catherine Vergara como representante de la entidad. Durante su intervención se abordó la ruta de protección y asistencia para víctimas para la trata de personas, principalmente sobre sus canales de atención.
Se dio a conocer la ruta para que cualquier ciudadano pueda denunciar, una situación de riesgo o sospecha de un caso de trata. Puede hacerse por medio de WhatsApp (321 548 5090) o vía telefónica (01 8000 522020), allí va a ser atendido por un asesor que hará un relato de caso. De encontrar peligro se direcciona al Centro Operativo Anti-Trata (COAT).
También se presentó la aplicación LibertApp, que fue desarrollado por Migración Colombia en cooperación con la Organización Internacional para las Migraciones. Tiene dos funciones puntuales que es la ampliación de información del delito y la activación de una emergencia por medio del botón pánico que envía la georreferenciación, y ubicación de las víctimas en cualquier lugar del mundo sin internet.
La trata de personas y su relación con la migración

Para este panel que reflexiona como la migración afecta el bienestar mental de las personas, se contó con la participación de María José Torrado de HIAS y Lorena Celemín del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana.
El hecho de migrar genera inevitablemente afectaciones psicológicas, las cuales comienzan incluso antes de la salida, debido a los eventos traumáticos que motivan la decisión de dejar el país de origen. Estas afectaciones se mantienen a lo largo de las siguientes fases del proceso migratorio, es decir, durante el tránsito y en el proceso de asentamiento en el lugar de destino.
Muchas veces los trastornos mentales se incrementan o se detonan debido a las violencias basadas en género, la falta de acceso de servicios básicos o el duelo migratorio.
Desde el SNPS-CC se habló de los mecanismos de apoyo, por medio de estrategias integrales que reconocen las necesidades y afectaciones se generan, intervenciones primarias, primeros auxilios psicológicos y gestión de casos.
HIAS adelanta sus estrategias acompañadas en la fundamentación investigativa. Por medio de intervenciones breves y practicas realizan atención a las personas que lo necesitan. Asimismo, forman en primeros auxilios psicológicos a personas dentro de la comunidad para que puedan ayudar a las personas de manera más práctica.
El tema de la xenofobia también logra afectar profundamente a la salud mental de los migrantes. Se puede generar un “coctel emocional” al encontrarse con un panorama desolador y hostil. Los discursos de odio incrementan el impacto discriminatorio.
Por esta razón, las estrategias que se implementan deben involucrar a todos los sectores de intervención: migrantes, refugiados y comunidades de acogida. Sin embargo, no garantiza una erradicación definitiva, pero si reduce los impactos negativos que produce la xenofobia.
En el caso del SNPS-CC se han fortalecido los espacios comunitarios de integración de la población migrante, en la que pueden participar en eventos socioculturales, se gesta apoyo para formalizar sus emprendimientos y se empodera para que logren posicionarse como líderes dentro de su comunidad de acogida, lo cual permite que con estas acciones se reconstruya el tejido social.
Las barreras por las que las personas migrantes no logran acceder a un tratamiento adecuado son el estatus migratorio, la desinformación de las rutas de atención y el naturalizar los síntomas o miedo a consultar.
Aunque Colombia cuenta con varias rutas de atención si las personas no están regularizadas no pueden contar con apoyo psicosocial adecuado, por lo que el papel de las organizaciones sociales hace énfasis en su importancia, ya que es por medio de ellas que se puede garantizar una atención y coordinar el rol de las entidades encargadas.
Asimismo, si bien se cuenta con una política pública de salud mental en el país (Ley 1616 de 2013), no hay garantías para acceder a una atención eficiente, ya que muchas veces se vuelve en un proceso engorroso acceder a ella y se convierte un privilegio.
Las oportunidades que se presentan para cubrir y garantizar la atención psicológica de la población migrante por medio de las organizaciones es generar una transversalización de la protección en atenciones integrales que busquen mitigar los impactos de la migración, así como un mapeo de actores que pueden apoyar la atención a migrantes por medio de relacionamiento estratégicos, continuar con las capacidades instaladas en las poblaciones locales y que las comunidades de acogida se conviertan en un red de apoyo.