Entre el 18 y el 19 de mayo de 2022, se desarrolla la tercera asamblea anual de la Red Clamor – Capítulo Ecuador. El encuentro es en la Casa de Espiritualidad María Auxiliadora en Cumbayá – Quito y tiene como propósito el consolidar el trabajo de la Red en el Ecuador, así como fortalecer la articulación de las instituciones de la Iglesia católica que trabajan con migrantes, refugiados y víctimas de trata de personas.
La Red Clamor en Ecuador, la conforman la Misión Scalabriniana, el Servicio Jesuita a Refugiados, la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos y Cáritas Ecuador, quienes promueven acciones en beneficio de las personas en situación de Movilidad Humana, pues desde que se creo la Red, son varias las acciones que se han desarrollado para defender y velar por los derechos humanos de las personas migrantes en la región.
Los temas que se trabajan en la asamblea son:
- La Identidad de la Red Clamor
- El proceso de la Red Clamor en tiempos de “caminar juntos”
- La Red Clamor Territorial: Contexto de la migración en Ecuador y cómo estamos respondiendo a esta realidad desde cada organización.
- Desafíos de la Red Clamor
Desde la creación de la Red, se han desarrollado algunas tareas de incidencia a favor de la población migrante y refugiada a fin de que ellas y ellos sean los propios actores con su propia voz y desde sus propias realidades.
Los resultados que se esperan de esta tercera asamblea anual de Red Clamor son:
- Conocimiento de la identidad e historia de la Red Clamor Regional y Nacional.
- Mirada colectiva del contexto y acuerdo sobre acciones mancomunadas en el territorio y a nivel nacional, como insumos para el fortalecimiento de la estructura de coordinación y gestión de la Red Clamor.
- Establecimiento de acuerdos y compromisos para el trabajo de la Red en el Ecuador.
¿Qué es la RED CLAMOR?
Una red que, adscrita al Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, articula el trabajo pastoral de las organizaciones de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe que acogen, protegen, promueven e integran a las personas migrantes, desplazadas, refugiadas y víctimas de trata de seres humanos, desde la Espiritualidad de Comunión, siendo signos de esperanza y testigos de una Iglesia misionera, sinodal, en salida, que camina con los empobrecidos y excluidos.
“En lo que se refiere a los migrantes y refugiados, las naciones ricas tienen una gran responsabilidad para evitar que miles y miles de seres humanos, estén siendo materialmente expulsados por la miseria y la inseguridad de sus países”. Por eso pidió que “las naciones poderosas sean parte de la solución de los problemas”.
Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán- México y presidente de la Red Clamor Latinoamérica y el Caribe.