El tráfico de personas se refiere a la compra y venta de seres humanos con fines de explotación laboral, mental, sexual, reproductiva, sustracción de órganos, trabajo forzoso o cualquier otra forma de esclavitud. El tráfico de personas se ejerce mediante amenazas, coacciones, mentiras, fuerza, violencia de todo tipo y abuso de poder.
¿Cómo puedo protegerme?
Para evitar ser víctima de este crimen, debes informarte muy bien sobre los requisitos legales para la entrada, residencia y trabajo en el país de destino, haciendo los trámites por la vía oficial, nunca mediante intermediarios. Además, es importante que protejas tus documentos personales. Si es posible, conviene mucho que guardes una copia digitalizada de tu pasaporte y/o documento de identidad en tu teléfono celular, correo electrónico o cualquier otro medio disponible.
Ten cuidado con los mensajes y las oportunidades que recibes en las redes sociales, porque muchos trabajos que parecen atractivos suelen ser falsos y podrían conducirte a ser víctima de redes criminales. No aceptes la ayuda de extraños en redes y sé extremadamente cuidadoso/a con la información que publicas sobre ti.
Si tienes hijos, hijas o menores de edad bajo tu responsabilidad, guarda una copia de sus documentos de identificación, físicos o electrónicos. No permitas que mantengan contacto con extraños sin tu supervisión, ni los abandones en ningún momento.
Algunos de los mecanismos utilizados por las redes de tráfico de personas para engañar a las víctimas son los siguientes: propuestas de matrimonio, oportunidades laborales atractivas o que requieren del traslado de tu familia, silenciamiento y solicitud de confidencialidad, solicitud/retención de documentos de identificación y promesa de pago de deudas.