La Iglesia Católica en todo el mundo ha estado promoviendo la agenda sobre la migración durante más de cien años. En 2021, el Papa Francisco publicó una carta para el 107º Día del Migrante (que será en septiembre) titulada “Hacia un nosotros en constante crecimiento”. Este documento, publicado en mayo, anima a las organizaciones católicas en movilizaciones en torno al tema, como por la Semana del Migrante en Brasil.
“Migración y diálogo” fue el tema de la semana de este año. La organización partió de los lineamientos de la Comisión Pastoral Episcopal para la Acción Socio-Transformadora de la CNBB y el Servicio Pastoral al Migrante (SPM), pero culminó en diversas agendas de organizaciones católicas que acogen a los migrantes en el país. Las actividades de la Semana se llevaron a cabo los días 13 y 20 de junio y siguieron en conjunto con otras movilizaciones en América Latina, como el evento sobre la incidencia de la Campaña Contra la Trata de Personas promovido por Rede Clamor el pasado 18 de junio.
Migraciones en el mundo – Es muy difícil tomar la decisión de dejar el lugar donde nacimos, porque ahí están los recuerdos afectivos y los lazos de origen. Las migraciones en el mundo tienen diferentes orígenes. A menudo, estas personas se ven obligadas a abandonar sus países por situaciones de vulnerabilidad política, financiera, alimentaria y de otro tipo.
Las crisis migratorias no son solo una cuestión de nuestro tiempo, sino que se han intensificado a nivel mundial en las últimas décadas. El 3,5% de la población se encuentra en situación de movilidad, es decir, unos 270 millones de personas, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado en septiembre de 2019.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ), solo de Venezuela, son más de 5 millones de personas migrantes a otras naciones, una tasa de migración de proporciones dramáticas. En Brasil y Ecuador hay más de 680.000 migrantes venezolanos, muchos de ellos sin información básica para organizar su vida, lo que agudiza el tema.
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