Este jueves 9 de enero, ciudadanos venezolanos residentes en Perú se movilizarán en tres ciudades del país para expresar su rechazo al gobierno de Nicolás Maduro.
Las concentraciones se realizarán en la Embajada de Venezuela en Lima (10:00 horas), la Plaza de Armas de Trujillo (16:00 horas) y el Óvalo de Pachacútec en Cusco (20:00 horas). Estas marchas ocurren en la víspera de lo que sería la toma de posesión del presidente electo Edmundo González Urrutia, el 10 de enero, tras unas elecciones cuyo resultado ha sido cuestionado por fraude.
Las relaciones diplomáticas entre Perú y Venezuela se encuentran en su punto más bajo desde julio de 2024, cuando el régimen venezolano rompió formalmente los lazos con el gobierno peruano.
Sin embargo, ambos países mantienen comunicación limitada debido a la numerosa comunidad de venezolanos en Perú, que supera el millón y medio de personas, según expertos. Este flujo migratorio obliga a coordinar esfuerzos en temas humanitarios, pese a las tensiones políticas.
Ante la incertidumbre política en Venezuela, Perú ha anunciado un refuerzo en sus fronteras, especialmente en la región amazónica, para prevenir un aumento en la migración irregular.
El canciller Elmer Schialer informó que el plan incluye la presencia de las Fuerzas Armadas, el mantenimiento de exigencias de visa para los migrantes y controles diarios en la frontera. Estas medidas buscan garantizar el orden y la seguridad en una zona conocida por su vulnerabilidad al tránsito irregular.