En Brasil, los derechos y deberes están asegurados por igual para todas las personas que se encuentran en el territorio nacional, independientemente de su nacionalidad o condición migratoria. El derecho a la vivienda comprende el derecho de una persona a tener un lugar donde vivir, propio o alquilado.
Las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de refugio necesitan instalarse en una vivienda al llegar a Brasil, para poder asumir responsabilidades y normalizar su cotidianidad. Debido al alto costo de adquirir una propiedad, muchos terminan optando por el alquiler de inmuebles.